viernes, 24 de abril de 2015

La mesa de la cocina



La mesa de la cocina, de formica turquesa,
que nos acompañó en todas las casa (de Madrid
a Valladolid), jaspeada, con un junquillo negro
alrededor y las patas metálicas…
La mesa donde estudié, donde aprendí a dibujar
la forma de las letras (hijo, déjame
que te lleve la mano), sobre la que dormí
siestas infantiles, donde como
ahora, en soledad monacal. La mesa
de la cocina, que me ha visto crecer, irme yendo,
volver, permanecer, añorar el amor
perdido, esperar a la que ha de venir
por su pie, paso a paso, la mesa
con dos sillas apenas (que una vez fueron cuatro
o quizá seis, quién sabe ya), como creyendo ella misma
con mi fe…

Eduardo Fraile

5 comentarios:

  1. Querido Eduardo:

    Vengo a decirte, aunque ya lo sabes, que me encanta leerte también aquí.

    En el mismo paquete te envío un abrazo y unos besos.

    Manuela

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. GRACIAS EDUARDO , POR FIN PUEDO HACER ALGO CONTIGO. UN ABRAZO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un gran abrazo, Luis. Hace mucho que no nos vemos. No dudes en llamarme cuando vengas por Valladolid. ¡Hasta pronto!

      Eliminar