sábado, 17 de junio de 2017

Conversación

Estos días hablo más "golondrina" que cualquier otro idioma…
A lo mejor por la noche soñaré golondrina,
como cuando empecé a soñar en perfecto francés:
"Es como si lo recordara", recuerdo que pensé
cuando me sorprendía sabiendo más dormido que despierto.
Quizá en alguna otra vida fui francés. Quizá fui golondrina,
o lo seré, quién sabe.
Quizá he sido también un gato. Quizá fui portugués
de Lisboa. Quizá nací en un libro antes de nacer
para ser escritor, o los imprimí y encuaderné en Venecia…
en el Cinquecento. Las golondrinas me escuchan, pasan por alto
mis imperfecciones en la pronunciación, se ríen
maravillosamente de mí, pero me entienden
y me contestan con sus palabritinas.


Eduardo Fraile

No hay comentarios:

Publicar un comentario