sábado, 28 de abril de 2018

Nevers/ Iowa



─ Comment c’était ta folie à Nevers?
─ Comment c’était ta folie à neuf heures?
Habíamos visto en un cine de arte y ensayo Hiroshima mon amour en versión original. Y ahora estábamos en la cama, como los dos protagonistas.
Maldito, que yo no sé tanto francés como tú. ¿Dónde está Nevers?
Lo buscaremos en el atlas de mi amigo el editor. Debe estar más abajo de París. Pasa el Loira.
Mira, Nevers es un hermoso nombre para ti. Además, vers es verso, ¿no?
Pues sí que sabes bastante. A ver, en qué se diferencia Nevers de nef heures?
¿Nevers a las 9?
¡Bravo, Iowa!
Mi río es el Des Moines. De los monjes, o monjes a secas. ¿Cuándo vamos a Des Moines City?
Iremos primero a Nevers, ya puestos.
Vale, Nevers. Illiers para parar en Tansonville. París-Nueva York en Concorde. Y luego en esos autobuses interestatales yanquis de color aluminio, a ese lugar donde dices que viven las chicas más guapas del mundo.
No sé, no sé. El Concorde es carísimo. Creo que vale medio kilo el billete. Sólo de ida.
Del dinero se encargará tu ángel dorado. Es verde. Dicen que crece en los árboles.
Ni Salomón en todo su poder…
¡Uf! Qué ganas tengo de salir de aquí. Me agobia tanta lluvia ya. ¿Por qué llueve tanto en la novela en la que me recuerdas?

Eduardo Fraile

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